El amor parece fácil hasta que llegas a leer “amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen;” (Mateo 5:44) esta parte de la escritura no a todos les agrada, pues cuán difícil es y más si para
algunos esto incluye perdonar.
Te haré unas preguntas a continuación y dependiendo de tus respuestas, pues, verás si el
desafío está fácil o difícil:
1- ¿Bendices a los que maldicen?
2- ¿Oras por los que te calumnian?
3- ¿Perdonas a los que te ofenden?
4- ¿Condenas o juzgas fácilmente?
5- ¿Ofreces tu ayuda al necesitado?
6- ¿Das sin esperar nada a cambio?
7- ¿Oras por tus enemigos?
Estas son preguntas necesarias que nos permiten trabajar áreas que necesitan ser
perfeccionadas.
Si consideras que el desafío esta difícil por lo que respondiste, no te sientas condenado. La
idea de esto es que desarrollemos el amor de Dios en nosotros, imitando a Cristo, el mejor
ejemplo es Él.
Hay un galardón grande para los que cumplan con lo que demanda Jesús en su palabra. Por
eso cuán importante es que seamos misericordiosos, amando a nuestros enemigos y haciendo
el bien a quienes nos aborrecen. ¿Fácil? Quizás no, pero nada es imposible para Dios.
El Señor es benigno para con los ingratos y malos. ¿Quiénes somos nosotros para hacer lo
contrario? Sigamos a Cristo.
31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
32 Porque si amáis a los que os aman, ¿Qué mérito tenéis? Porque también los pecadores
aman a los que los aman. 33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿Qué mérito tenéis?
Porque también los pecadores hacen lo mismo. (Lucas 6:31-33).