Doy lugar al diablo

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. (Efesios 4:26-27)

Te preguntarás cómo puedes darle lugar al diablo en tu vida si eres cristiano(a), pues sencillo: Cada uno es tentado, cuando de nuestro propio deseo somos atraídos y seducidos. Es necesario que estemos alertas ante esos deseos.

Efesios 4:26 es claro en lo que dice, la palabra airaos representa sentir ira, furia o enfado. Como cristianos podemos llegar a sentir estas cosas pero en nosotros está el poder para elegir qué hacer ante ello.

Cada vez que mentimos, caemos en contienda, disensiones, injuria, entre otras cosas, sabemos que no está bien. Es importante que en nosotros alumbre la luz de Cristo en todo.

Otra forma en la que damos lugar al diablo es por medio de los pensamientos negativos, al grado que dudamos de lo que Dios puede llegar hacer y de lo que somos en Cristo.

Mantenernos alineados a Dios, en oración, lectura de su palabra, ayuno y alabanzas a Él, fortalece mucho al espíritu, por lo tanto es un arma poderosa para mantenernos firmes y esto a su vez hace que el enemigo retroceda.

Ser seguidores de Cristo implica resistir las tentaciones por el bien de nosotros y el de nuestro prójimo; al descuidarnos también podemos convertirnos en piedra de tropiezo para nuestro hermano ya sea para acusarlo, hablar de él o hacerle algún tipo de daño. Como dirían algunos ¡Hermanos míos, esto no puede ser así!

Para combatir las tinieblas es necesario que la luz esté y permanezca en nosotros, por lo tanto si te mantienes en comunión con el Señor, tu vida reflejará luz y no tinieblas. Elegir siempre decir y hacer impide que el enemigo tome territorio en tu vida.

¡Vence con el bien el mal!

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