El cristiano y sus derechos
Cuando se trata de derechos, todos queremos reclamar; y en el ministerio, es nuestra tendencia hacer valer nuestros derechos.
Sin embargo, hay tiempos, que hacer valer los derechos, nos cuesta más que renunciar por amor y misericordia a ellos. Pero, cómo saber ¿en qué momentos debo renunciar y en cuáles hacerlos valer?. Pablo nos puede ayudar a responder pregunta.
Pablo y sus derechos
El apóstol Pablo era un Judío capacitado y a la vez ciudadano Romano. En su ministerio, hubo oportunidades en las que no pelea por a sus derechos (1 Corintios 9), y otras en la que los defiende (Hechos 22:22-29). Así que, es claro que para Pablo hay ocasiones en que merece la pena renunciar a nuestros derechos y otras que es mejor defenderos.
En una carta que Pablo escribió a la Iglesia a los corintios, donde aconsejaba sobre resoluciones de conflictos, nos dice :
«En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo
para la gloria de Dios. No hagan tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la
iglesia de Dios. Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mis
propios intereses sino los de los demás, para que sean salvos. Imítenme a mí, como
yo imito a Cristo.
1 Corintios 10:31–11:1
Tres Filtros filtros según 1 Corintios 10:31-11:1
1.- El Hacer valer este derecho lleva a glorificar a Dios
háganlo todo para la gloria de Dios, hay litigios que moral y legalmente podemos ganar pero que no llevan a dar gloria a Dios. debemos preguntarnos ¿Cómo el ganar este pleito puede llegar a que se de gloria a Dios?
2.- Cuando impongo mi derecho, hago tropezar a alguien.
Para Pablo era más importante que la gente conociera a Dios, aunque para ello él debiera negarse algunas cosas, que le correspondía como derecho él no quería que su actuar hiciera tropezar a la gente, o sirviera de obstáculo para proclamar el evangelio.
3.- Al hacer valer este derecho busco la bendición de los demás o busco solamente mis intereses
Una actitud individualista, por la respuesta de oro, nunca será bien recibida. Debo examinarme con sinceridad hasta que punto con esto sólo busco mi bienestar personal. hasta que punto cuando hago que este derecho se mantenga puedo bendecir a otros.
¿Cómo asumir renunciar a mi derecho?
Si un análisis del problema que estoy enfrentando me dice que vale la pena renunciar a mi derecho . debo hacer caso a “El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa” Pv 19:11.
Entendiendo que pasar por alto no es sinónimo de guardar para otra oportunidad, sino más bien una extensión de la gracia de Dios a la persona.
¿Cómo actuar si debo hacer valer mis derechos?
No necesito tener actitudes pecaminosas para vindicar nuestros derechos, aun en este caso debemos mantener nuestro gozo en el señor actuando con amabilidad
El apóstol Pablo nos aconseja:
Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea
evidente a todos. Filipenses 4:4
Cuando estemos en la disyuntiva de que nuestros derechos están siendo vulnerados, como cristianos revisemos el alcance que tendríamos con o sin ello, y actuar pensando siempre para la gloria de Dios, extensión del reino y bendición de los demás.
Pastor Gersom Cedeño