Cuando se realiza un contrato por escrito y ambas partes aceptan este no puede ser alterado, es decir, no puede realizarse algo que no va acorde a las condiciones establecidas porque ¡escrito está!
Así mismo ocurre con la palabra de Dios. No debe ser cambiada; porque lo que dijo Dios nadie lo puede modificar.
Cuando satanás tentó a Jesús, Él sabiamente respondía «escrito está» y mientras mencionaba palabra de Dios el enemigo retrocedía. Mateo 4:1-11
Cuán importante es conocer la palabra de Dios, saber que lo que Él dijo se cumplirá, aún cuando el enemigo venga a tentarte, confundirte o desviarte. Con toda confianza puedes sacar la palabra de Dios y decir ¡Escrito está!
“porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.”
2 Corintios 1:20.
¿Te has preguntado alguna vez cuántas promesas están disponibles para aquél que ama y sirve a Dios? Nuestra identidad está escrita e inspirada por el Espíritu Santo, el que escudriña y conoce lo profundo de Dios. Cuando el enemigo te quiera decir que no vales, que no tienes propósito y que Dios no está contigo, con certeza ¡Declara lo que está escrito!
«Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento» (Oseas 4:6)
Nuestras vidas corren peligro si no conocemos la biblia. No permitas que la ignorancia te destruya, estudia la palabra y confía en lo que está escrito en ella, de esa forma cuando estés frente a una situación podrás declarar: ¡ESCRITO ESTÁ!
