No hablen por hablar
Y al orar, no hablen solo por hablar como lo hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que lo pidan.
Muchas personas comienzan el camino del evangelio sin saber cómo orar, y pensamos muchas veces que orar es un ritual que necesita de alto conocimiento de la palabra. Otras personas pueden considerarse “Muy pequeños” o “Inexpertos” para poder orar a Dios.
Si puedes hablar con un mejor amigo, o una mejor amiga, déjame decirte que entonces sabes orar.
Cuando tienes una amistad con alguien, probablemente pasas más tiempo a solas con esa persona, y es allí donde pueden conversar de cosas intimas, personales, y que sólo puede saber tu amigo o tu amiga. Así mismo se trata de la oración a Dios.
No se trata de repetir todos los días algo, o usar palabras rebuscadas en el diccionario, e incluso el modelo que Jesús nos dejó fue precisamente eso, nos dejó un modelo que podemos seguir cuando no sabemos cómo comenzar, pero si vemos a Jesús en la biblia, veremos que oró de muchas formas, y todas ellas fueron desde lo más profundo de su corazón.
Así que toma un momento, allí en donde estás, y cierra tus ojos. Y deja que tu corazón hable a través de tu boca.
Ya Dios conoce tu necesidad, solo espera que tengamos la confianza suficiente de poder compartirla con Él. Aprovecha, y cuéntale a Jesús aquello que necesitas contarle, pedirle y agradecerle.