Pedir cafés con la mirada: la primera cafetera con ‘eyetracking’ es española y anticipa un control más allá de lo táctil o la voz

Pese a que la cola del «café gratis» era larga, ninguno necesitaba explicaciones sobre cómo utilizar la mirada para pedir un café. Lo más sorprendente de la primera cafetera con ‘eyetracking’ no es su propuesta, sino lo intuitivo que resulta una vez la tienes delante.

De manera equivalente a como utilizamos las manos para las pantallas táctiles o la voz para consultar con los asistentes, el seguimiento de la mirada quiere convertirse en la siguiente forma natural de interactuar con los dispositivos. Una acción que se engloba dentro de la corriente ‘contactless’ impulsada por la pandemia y una vía para controlar productos, más accesible para personas con movilidad reducida.

Eligiendo nuestro café mirando con los ojos

La máquina es un modelo Vitro M5 de Azkoyen. Una cafetera con capacidad para servir distintos tipos de café y una pantalla táctil. Sin embargo, esa pantalla no se utiliza en este caso. En vez de recibir las instrucciones tocando la bebida que queremos, la empresa de máquinas de café se ha aliado con Irisbond para crear un prototipo de máquina de café totalmente controlable con la mirada, gracias a la inclusión de un dispositivo Hiru desarrollado por la empresa española.

Eduardo Jauregui, CEO y cofundador de Irisbond, nos explica que se trata de un proyecto para explorar la viabilidad comercial del seguimiento de la mirada. «Llevamos varios años probando nuestra tecnología en el campo de la accesibilidad y funciona. Ahora queremos expandirla», apunta Jauregui. La intención de la compañía es lograr trasladar su plataforma de ‘eyetracking’ a nuevos dispositivos y sectores, desde soluciones comerciales como esta máquina de café hasta los campos del eHealth y la telemedicina.

El funcionamiento de la máquina de café es muy sencillo. Nos ponemos delante mirando al centro de la pantalla, el dispositivo de ‘eyetracking’ detecta dónde estamos mirando y a partir de entonces solo tenemos que mantener la mirada unos segundos sobre el icono de la bebida que queremos. Sabremos que lo estamos haciendo bien porque aparece un circulo que se va completando. Para «hacer clic» deberemos completar ese círculo. Es decir, pulsar y elegir una bebida es equivalente a mantenerse mirando un mismo sitio durante unos segundos.

Una vez elegida la bebida deberemos mirar en «aceptar», aunque también podremos mirar para «cancelar». De nuevo la misma mecánica, mantenemos unos segundos la mirada y la máquina entenderá lo que queremos. Después de elegir la bebida y aceptar, solo nos queda recoger el café. Es decir, solo en el instante final de recoger la bebida es cuando tendremos que utilizar las manos.

El sistema de Irisbond se basa en un dispositivo en forma de una pequeña barra de unos 30 centímetros, aunque la plataforma de la compañía también funciona como aplicación. En el caso de la cafetera se ha optado por el dispositivo de seguimiento de la mirada propio, aunque los responsables explican que se podría haber integrado en el cuerpo de la máquina.

«Tenemos una precisión al pixel», describen desde Irisbond. Y lo cierto es que su funcionamiento es más que convincente. Simplemente mirar y esperar unos segundos. Un tiempo que en la cafetera es de unos tres segundos pero que podría haberse acortado. En este sentido, el objetivo de la compañía es conseguir un buen equilibrio a nivel de usabilidad. Suficiente rápido para que sea práctico y suficiente fácil para que el usuario no se vea abrumado y entienda dónde está mirando.

La tecnología de Irisbond se basa en infrarrojos y no requiere de ningún tipo de dato, pues no se almacena ninguna información personal en el proceso. El usuario de la cola se pone delante, apunta con la mirada como si pulsara un botón y ya.

«Nos encantaría que este producto llegue más allá de las empresas y que se desarrolle también para uso doméstico», explica Jáuregui. Irisbond tiene entre sus competidores empresas como Tobii, cuyo seguimiento de la mirada nos permite por ejemplo comprobar cómo ve un piloto de Fórmula 1. Respecto a la empresa sueca, la compañía vasca dispone de un sistema multiplataforma, compatible también con dispositivos Apple.

¿Logrará convertirse el seguimiento de la mirada en un método estandarizado? Como es de esperar, desde Irisbond así lo creen. Su objetivo es impulsar este método, no solo para personas como movilidad reducido, sino como un complemento más. Como un método de usabilidad adicional de la misma manera que la voz suele complementar las pantallas táctiles.

¿Cuánto tiempo tardaremos en verlo? Es pronto para determinarlo, pero la idea es seguir colaborando con Azkoyen para crear máquinas que se puedan controlar con la mirada, buscar colaboraciones para trasladar este ‘eyetracking’ a otros ámbitos y convertirse en uno de los protagonistas del seguimiento de la mirada a nivel comercial. Una tecnología que, según Jáuregui, puede convertirse en un método viable a nivel general en dos o tres años.

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