Buenas nuevas

¿Sumergidos en lo Profundo?

¿Cómo saber que estas en lo profundo?

Un niño de 7 años estaba con su familia en un club y decidió pedirle ayuda a su papá para que lo enseñara a nadar, su papá muy contento accede a esta petición; pues él en su infancia participo en natación y llegó a ganar medallas por su alto rendimiento; así que sin perder el tiempo lo introduce a la piscina y lo enseña poco a poco, en eso el papá decide llevarlo a un espacio de mayor profundidad pero el niño al no tocar el piso se da cuenta que ya está en el lado donde de acuerdo a su estatura no podía estar de pie para reposar; al notar su papá la preocupación de su hijo, le dice que no tenga temor, pues si sigue sus instrucciones no le pasará nada malo; ya que podrá defenderse a cualquier profundidad y ser un buen nadador.

1 corintios 2:10

El Espíritu Santo es quien nos capacita; nos enseña lo que necesitamos y él mora en nosotros, conoce lo profundo de Dios y lo revela a quien él quiere.

El Apóstol Pablo mencionaba que él hablaba sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestino antes de los siglos para nuestra gloria y fueron reveladas por medio de su Espíritu a nosotros para que sepamos lo que Dios nos ha concedido;  es por eso que al vivir en el espíritu, tenemos una gran ventaja y es que adquirimos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16).

¿Alguna vez te preguntaste si Dios tiene algo preparado para ti? Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman (1 Corintios 2:9) ¿Cómo recibes esto en tu espíritu?

Nuestra mente puede; que quede algo corta al profundizar en este versículo, sin embargo representa algo sobrenatural que ha sido preparada para los que le aman.

Romanos 11:33

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán  insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! ¿Qué pasa por tu mente en este momento al leer esto? nos quedaríamos cortos, de acuerdo al conocimiento que tenemos, es tan infinito, que nuestra mente no logra entender tal profundidad.

Si en nosotros está un deseo continuo de ir más profundo, en una intimidad con Dios, seremos barros moldeables (Isaías 64:8); donde Él querrá mostrar y enseñar cosas grandes y ocultas que no conocemos (Jeremías 33:3).

Saber y entender que el Espíritu Santo mora en nosotros nos da garantía de poder llegar a lo profundo de Dios; si nos dejamos conducir por él, pues hay tesoros escondidos que el Señor preparó para los que le buscan. No nos conformemos, hay mucho más de lo que hasta ahora hemos vivido en su presencia. ¿Quieres sumergirte en lo profundo? Déjate conducir por el Espíritu Santo.

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