Cada día somos sometidos a prueba. Quizás en algún punto de tu vida pensaste ¿Por qué tantas pruebas?.
La respuesta es porque son necesarias para estar firmes.
Nadie dijo que sería fácil ser cristiano, pero tampoco es difícil si tu mirada esta fija en Jesús. Así como lo indica la palabra el oro se purifica con el fuego, así es nuestra fe por medio de pruebas.
Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. (1 Pedro 1:7)
El Apóstol Pablo en Santiago menciona “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas…” y ahora dirás ¿sumo gozo? ¿Quién puede gozarse en medio de pruebas? Pues el que está entendido y confía en el Señor.
La confianza que tenemos en el Señor se pone a prueba ante un problema que se presente en nuestra vida y nuestra fe es retada en ese momento.
Cuando estamos sometidos a prueba, esto nos lleva a ser valientes y entendidos porque se revela el amor y la confianza en el Señor, es decir, quien es Dios realmente y lo que es capaz de hacer. Ser sometidos a pruebas representa la oportunidad perfecta espiritualmente de crecer si estamos firmen en ella.
Cada vez que te encuentres en una prueba, recuerda que es necesario que pases por ella. Una vez que se purifica, tu fe es hallada en alabanza gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.
