Devocionales

Cerrar Ciclos.

En el colegio nos enseñan que la vida es un ciclo: Nacer, crecer, reproducirnos, morir. Pero no nos dicen que dentro de ése gran ciclo hay muchos más que necesitamos concluir para poder seguir avanzando. Para comenzar algo nuevo es necesario Cerrar ciclos.

Un ciclo es una secuencia de eventos que se repiten. Algunos ciclos son sencillos, como el ciclo del agua, las estaciones del año donde  ya sabemos lo que va a suceder y el momento en el que sucederá. Sin embargo hay otros ciclos que son más complejos y a los cuales debemos ponerle especial atención cuando los cerramos.

Usualmente cerrar ciclos nos causa cargas emocionales fuertes. Digamos que es el momento de presentar los exámenes finales sin sentirnos preparados y además son todos juntos en las mismas fechas.

¿Lo recuerdas? ¡Era una locura! Pero al terminar los exámenes ¿Cómo nos sentíamos? O cuando nos daban el título universitario, o nos subían de cargo. Llegar allí era difícil, pero al llegar a la meta sentimos ésa satisfacción de alcanzar la meta

Y más difícil se torna cuando tenemos en nuestra vida situaciones que no queremos abandonar bien sea por miedo, apego o costumbre.

Esa relación que te lastima, ése pensamiento que te hunde, ése hábito que te destruye.

Cada uno de estos son ciclos que seguirán sucediendo en nuestra vida hasta que nosotros mismos digamos: Hasta aquí. De lo contrario se convertirán en ciclos viciosos de dolor, tristeza y ansiedad.

Muchos pudieron hacerte daño en algún momento de tu vida. Pero hoy somos nosotros quienes nos hacemos daño al aferrarnos a eso que ocurrió hace tiempo atrás.

Incluso, si no cerramos ciclos, los arrastramos a nuevas experiencias y se convierten en un grillete que nos hará volver a hacer lo mismo.

Si te sientes identificado, une tus manos y pide a Dios que te ayude a cerrar esos ciclos que te impiden disfrutar de las nuevas etapas que Dios tiene para ti.

Dios no nos creó con el propósito de estar tristes o solos. Él nos creó para disfrutar de todo lo que nos dejó por herencia.

¿El problema? Es que nosotros nos desviamos del propósito y fuimos tras cosas que no nos traía bienestar, pero, lo hermoso es que hoy tienes una nueva oportunidad de decir: ¡BASTA! Hoy ¡Es tiempo de cerrar ciclos!

Isaias 43:25 dice Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

El Señor también cierra ciclos con nosotros, borrando todo nuestro pasado, entonces, ¿Por qué no hacerlo nosotros?

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