De pequeños era fácil sonreír todo el tiempo. Pero con el paso de los años y los golpes de la vida esa sonrisa se va alejando de nosotros y ya no encontramos motivos para hacerlo. Hoy quizás tu ser necesita un nuevo motivo que te haga volver a sonreír.
Hay una historia que habla de un tesoro, un tesoro que haría feliz a cualquiera.
No es un tesoro común, sino que es uno que llena todas las áreas de la vida de aquellos que lo encuentran.
Probablemente si encuentras un tesoro, sonreirías ¿cierto? Pues hoy hablaremos de uno que te hará sonreír para siempre, aún en medio de la adversidad, aún en medio del dolor, podrás sonreír.
Mateo 14:44 nos habla de ése tesoro:
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
Y te preguntarás ¿Y cómo es que ése tesoro puede hacerme sonreír para siempre?
El reino de los cielos es un tesoro, y Jesús nos dice en su palabra: -El reino de los cielos se ha acercado-
Algo sin igual, un tesoro que estaba escondido y hoy lo has encontrado en estas líneas.
Un tesoro que te da una paz que sobrepasa todo entendimiento, que te brinda un amor sin límites, y ése es un tesoro que en este tiempo muy poco se consigue.
El amor es un tesoro que Dios nos ha brindado desde hace miles de años pero cada día se ha convertido en un tesoro escondido a causa de la maldad del mundo, pero hoy, lo vuelves a encontrar.
Cierra los ojos por un momento e imagina el rostro de Jesús con esa sonrisa que te transmite seguridad y paz, confianza y amor. Sin más nada a tu alrededor y aún con los problemas que puedes tener, vas a sonreír, porque Él produce en ti esa sonrisa.
Porque sabemos que si lo tenemos a Él, lo tenemos todo. Por eso el tesoro es tan importante y es uno que te hará volver a sonreír.
