Arraigados Y Cimentados En Amor
Comprender totalmente el amor de Cristo para algunos es fácil y para otros no.
Si en nosotros está el anhelo de ser como Jesús debemos imitar ese perfecto amor que excede a todo conocimiento.
Es necesario como hijos de Dios ser estables en el amor, ejercitarlo cada día. No podemos un día amar a nuestro prójimo y al otro día odiarlo.
Hace unos días leía una imagen compartida por facebook que decía “No podemos amar al Dios que está sentado en el trono y odiar al hermano que está sentado al lado” ¿Opinas lo mismo?
La palabra de Dios en Efesios 3:17 nos dice “Arraigados y cimentados en amor”, es decir, Debemos tener amor y ser un canal para que otros tengan el mismo amor que proviene de Cristo, este amor que proviene del Señor es estable, no tiene variación.
Al leer lo que implica el verdadero amor (1 Corintios 13) entiendo que esto es posible vivirlo si lo practicamos a diario. No hay merito amar a quienes te aman y hacen bien, sin embargo lo hay cuando amas y bendices a quienes no lo hacen contigo y esto nos lo enseña Jesús.
Ahora, si tuvieras un Judas e incluso a un Pedro en tu vida ¿Reaccionarias igual que Jesús? Quizás respondas –no lo haría-, y es entendible.
El amor que muestra el mundo no es capaz de soportar ni perdonar una traición e infidelidad. El verdadero amor hace que reacciones como Jesús, por eso la palabra es clara al decir que es un amor que “excede a todo conocimiento”.
Si ejercitamos cada día lo que representa el amor, seremos llenos de la plenitud de Dios.
La palabra Cimentar nos indica que algo adquiere estabilidad y solidez, es decir, que cada vez que nosotros decidimos actuar en base al amor que la palabra de Dios nos enseña, entonces estaremos cimentando cada día más el amor de Jesús en nuestras vidas.
Tenemos una meta y es estar arraigados y cimentados en amor, si logramos cumplirla, a diario nos sentiremos llenos, plenos en Dios. ¿Estás preparado? En Cristo todo lo podemos.