Buenas nuevas

Intimidad con Dios a través de la oración

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¿Cómo debo orar?

Muchas veces te habrás hecho esta pregunta, y es que algunos consideran que orar requiere de una preparación extensa con palabras rebuscadas y frases divinas pero ¿Cuál es la forma correcta de orar?

No, no es necesario ser un erudito de la biblia o asistir a una iglesia o templo para orar.

Orar no es mas que conversar con Dios, entrar en intimidad con Él a través de una conversación sincera.  Dios nos muestra en la biblia la manera correcta de orar.

 5Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.  6Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo 6: 5-6

Claramente El Señor nos dice que no necesitamos de un lugar, de una hora o de palabras claves para llegar a Él.

2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Salmos 139: 2-4

Ante esta afirmación muchos consideraran que si Dios sabe todo de nosotros no sería necesario orar, pero no es así, nuestro padre como cualquier padre terrenal, desea que sus hijos tengan confianza en él y le manifiesten todo lo que sienten, lo que necesitan y sobre todo que le agradezcan.

3Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Jeremías 33: 3

En Mateo 6: 9-13 está la oración del Padre Nuestro, El Señor nos dice que esta es la mejor forma de orar.

9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

No es estrictamente necesario repetir la oración del Padre Nuestro para ser escuchados.

Como cuando escribes una carta; primero anuncia a quien te diriges, di su nombre, háblale directamente sin intermediarios, reconociendo confías en Él, nunca pidas a Dios lo que tu deseas sin tener la certeza de que aquello que deseas viene de Dios, pide siempre que se haga su voluntad, ya que es perfecta en todo sentido.

Solicita a Dios que supla tus necesidades básica, no pidas lujos o riquezas que no engrandecen tu corazón o te hacen mejor persona; pide perdón a Dios por todos los pecados cometidos, arrepiéntete de tus fallas y pídele que te aparte de las tentaciones que te llevan a pecar, limpia tu corazón de odio y maldad cuando converses con Dios para que tus suplicas sean escuchadas, la mejor forma de librarnos de rencores es perdonando a quienes nos han hecho daño, así como lo hizo Jesús. Para finalizar dale gloria y honra a nuestro creador exaltando su nombre y dándole gracias por lo porvenir.

Finaliza con la frase AMÉN. Que traducida del hebreo significa “Así Sea”

16Estad siempre gozosos. 17Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5: 16-18

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