¿Qué gano si tengo paciencia?
Uno de los consejos que recibimos al leer la palabra es tener paciencia. Nos volvemos dichosos al esperar en Cristo lo que queremos conforme a su voluntad.
La paciencia se define como la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. También puede definirse como calma o tranquilidad para esperar.
En ocasiones por ser impulsivos e impacientes no recibimos lo que esperamos, por eso en la palabra se menciona que es necesario revestirse de paciencia, además de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad (Colosenses 3:12-14)
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.” Hebreos 10:35-38
El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con nosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan. (2 Pedro 3:9)
Si Dios es paciente con nosotros todos los días, mostrando su amor y misericordia, debemos entonces nosotros ejercitar la paciencia, trabajar en ello si reconocemos que esa área en nuestra vida se encuentra débil.
A continuación te mostraremos parte de lo que ganas al ser paciente:
- Saber amar (1 Corintios 13:4)
- Recibes cada promesa de Dios(Hebreos 10:36)
- Ser una persona honrosa (Proverbios 20:3)
¡Seamos pacientes, lo que Dios prometió, lo hará!