No es como pensabas
¿Te ha pasado que planificaste algo y no salió como pensabas?
Cuando nos planificamos comúnmente tenemos una idea de lo que queremos y qué ocurrirá si se lleva a cabo, pero esto no es siempre así. Al momento que reconoces a Jesucristo como salvador y dueño de tu vida, tus planes cambian.
Cada vez que desees hacer algo, preséntalo a Dios primeramente, sus planes y pensamientos no son los mismos que los nuestros. Comúnmente cuando le decimos “que se haga tu voluntad” o “Dios mediante, si lo permite” tienes que estar consciente de que tu planificación puede cambiar.
¿Un consejo sabio? ¡TE LO TENGO!
“Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán” (Proverbios 16:3)
Si no es suficiente ¡Te tengo uno extra!
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes –afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11)NVI
Es por ello Santiago en el capítulo 4, versículo 15 nos recomienda decir “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”. Porque quien conoce el futuro es Dios, por eso ¡No todo es como pensamos!
Ahora, ¿Cómo te sentirías si planificas algo, lo presentas al Señor y esto ocurre? Indudablemente feliz, por eso es importante tener la mente de Cristo y ser dirigidos por el Espíritu Santo, quien conoce aun lo profundo de Dios.
Así que si no sale como pensaste ¡Tranquilo! Dios tiene el control de tu vida y planes.