¿Un Corazón Ardiendo?
Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las escrituras? (Lucas 24:32)
¿Qué sientes cuando lees las escrituras? ¿De qué forma se acelera tu corazón al sentir la presencia de Dios?
Cuando te nutres de la palabra y la crees, es inevitable que tu corazón arda, pues reconoce que quien te señorea es alguien superior que nos ama.
Para que nuestro corazón arda de amor por el Señor, debemos evitar que pensamientos contrarios lo perturben. La duda, el temor e inseguridad hacen que el corazón deje de arder por Cristo, recordar lo que ya Jesús predestinó para tu vida según las escrituras, ayudará a vencer y apagar cualquier dardo del enemigo.
Cuando los discípulos reconocieron a Jesús al momento de partir el pan, los llevó a recordar lo que vivieron al momento que estaban con Jesús. Recordar momentos vividos y anhelar tener momentos con el Señor producirá en ti una búsqueda continua de su presencia.
Cada vez que lees la palabra tu mente se fortalece y tu espíritu se conecta al Padre. Un corazón ardiendo reconoce a Jesús, anhela estar conectado a su Espíritu y recuerda lo que está escrito, confiando que sus promesas se cumplirán.
Si en lo natural cuando estás enamorado de alguien tu corazón se acelera, ¿Cuánto más ante aquel que lo llena todo en todo?
No pierdas la capacidad de asombro ¡Arde de amor por Jesucristo!