¿Y Mi Dolor Qué?
“Cansado estoy por mis quejidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos se consumen por el pesar; se han envejecido a causa de todos mis adversarios.” (Salmos 6:6-7)
Todos quizás hemos tenido un momento de tristeza, angustia y dolor por algún motivo especifico. Muchos sienten dolor porque ya no tienen a la persona que aman y se aferran a algo que ya no está.
La Biblia relata historias donde se muestra el dolor en la persona. En Salmos vemos a un David en momentos así, sin embargo ¿Permaneció él bajo esa condición toda su vida? ¡No!
Los dolores del alma surgen porque nos aferramos a las experiencias como un todo, ya sean agradables o desagradables. Por lo tanto no te aferres a cosas del pasado, preséntaselas a Dios para que sea Él quien tome el control de tu vida y tengas paz.
En ocasiones llegamos a pensar que será difícil superar tal cosa y que nadie entiende la situación que estás pasando pero Dios ha llegado a tu vida para darte la solución.
El perfecto amor de Dios producirá en ti la sanidad que necesitas, su perfecto amor te ayudará a superar cualquier situación que hayas vivido o estés atravesando en tu vida.
En este momento medita en este Salmo:
“Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.” (Salmos 103:1-6)
¿Acaso Dios no te da motivos para ser agradecidos y estar feliz?
¡Alégrate y gózate, puede que dejar tu dolor atrás no sea sencillo, pero no debes olvidar que Dios tiene algo bueno y nuevo para ti!